lunes, 9 de marzo de 2009

Que siento cuando soy lo que digo ser...



Que siento cuando soy lo que digo ser...

Que siento cuando soy lo que quiero ser, cuando soy lo que digo ser… Ama, mujer…

Soy una mujer, que lo da todo, esperando que le devuelvan lo mismo, exigiendo lo que da, porque lo siente, una mujer que vive lo que quiere vivir, sintiéndose parte de la vida del sumiso, lo que tanto anhela y que él desea, como el aire que respira cada segundo…

Es adrenalina recorriendo todo mi cuerpo, tensión/relajación, placer, dominio, sentirme llena, completa, comprendida, deseada, dueña, cómplice, amiga, compañera, amante, mujer… viva.

Es exigirme a mi misma dar más de lo que puedo dar y sentir, para llegar a darle todo lo mejor que hay dentro de mi… Dejarme llevar y que me envuelva la sensación de sentirme llena a su lado, de que todas nuestras necesidades están cubiertas, de que ya no hay más secretos, ni uno más en nuestras vidas…

Lo consigo cuando el sumiso obtiene lo mismo, cuando siento que recibe todo lo que buscaba en mi o más, cuando lo lleno de mí y no quedan resquicios de inseguridades.

Hay no tengo el caparazón que siempre llevo a cuestas, siempre manteniendo las distancias, siempre… siendo Yo Ama, ahí está la mujer.

Sólo yo y él, nadie más en nuestro mundo, en nuestra casa, dos personas que lo comparten todo sin restricciones, sin misterios, sin miedos, sin hipocresías, sin egoísmos…

Sólo nosotros dos, Yo y él, estorbándonos el resto de este planeta, de este mundo Bedesemero, mientras me acurruco sobre su pecho después de hacerlo mío, sintiendo como late su corazón, como susurra mi nombre entre tantos silencios.

Sólo es un escrito más que se lleva parte de mi en el viento… donde no sabe en que lugar se parará como brisa… susurrando tu nombre… sumiso… como parte de mi.

Pese a quien le pese, soy YO.

^Laina.